back to top

Módulo de Mando del Apolo 11

La misión del Apolo 11 fue la aventura más inverosímil de la humanidad. Un día decidimos que queríamos ir a la Luna, cuando apenas habían pasado 55 años desde que Santos Dumont había conseguido fabricar el primer avión que se elevaba por sus propios medios. Y allá que se puso en marcha toda la maquinaria para dar ese gran salto. Pero había que ir y volver, y para eso el módulo de mando era una pieza fundamental.

¿Sabías que puedes ver el Columbia original que trajo a los astronautas del primer viaje a la Luna?

Y es que el módulo de mando del Apolo 11 fue la pieza clave encargada de traer a los astronautas sanos y a salvo de vuelta a la superficie de la Tierra. Aunque realmente amerizó, y por algunos problemas casi se llena de agua y se hunde en el Pacífico con los astronautas dentro.

Después de la más increíble de las aventuras, el módulo de mando del Apolo 11 es parte importante de la historia no solo Americana, si no también de la humanidad. Historia de una carrera espacial que trajo grandes avances, aunque no siempre era una carrera en el sentido más deportivo de la palabra.

Donde está el Columbia, el módulo de mando del Apolo 11

El Columbia se exhibe con orgullo en el Museo Nacional del Aire y el Espacio desde 1976. Este es uno de los museos Smithsonian de Washington DC donde podemos ver otras «máquinas voladoras» como el Flyer de los hermanos Wright original. Este museo se encuentra en el lado Sur de la gran calle ajardinada que une el Capitolio con el Monumento a Washington.

Lo que podemos ver en este museo es el módulo de mando original llamado Columbia. El que realmente trajo a los Astronautas Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin de vuelta a la Tierra desde la órbita de la Luna. El módulo de servicio se separó antes de la reentrada del módulo de mando a la Atmósfera y no se recuperó.

Curiosidades del módulo de mando del Apolo 11

El módulo de mando nunca pisó la Luna, si no que se quedó en orbita acoplada al módulo de servicio con Michael Collins dentro esperando a que los otros dos astronautas volviesen de la superficie Lunar. El módulo de servicio era necesario para mantener con vida a los astronautas y para impulsar al Columbia (nombre con el que se conoce al módulo de mando, que a veces e hace lío. También se le llama módulo de comando). El Columbia más el módulo de servicio formaban una pequeña nave que fue la encargada de traer a los tres astronautas desde la órbita lunar hasta la órbita de la Tierra.

La nave Apollo 11 que despegó de cabo Kennedy en julio de 1969 (cabo Cañaberal se llamó cabo Kennedy durante un tiempo) estaba formada por el cohete Saturno V, el módulo Lunar, el módulo de servicio y el módulo de mando o mejor dicho módulo de comando nº 107. Oficialmente despegaba la misión AS-506.

En la web del museo Smithsonian puedes ver más imágenes del módulo de mando e incluso mirarlo por dentro en 3D (tarda un poco en cargar, pero si no quieres que cargue el 3D puedes saltar a otras fotos) para hacerte una idea del pequeño espacio del que disponían.

Al llegar de vuelta a la órbita de la Tierra el módulo de servicio se desacopló y el Columbia descendió con los tres astronautas dentro, siendo frenada primero por el rozamiento con el aire y finalmente gracias a unos paracaídas.

Para evitar que se hundiese en el mar estaba provista con unos flotadores que debían auto-inflarse en el momento exacto.

La nave que pisó la Luna fue el módulo Lunar, llamado Eagle (Águila), que estuvo allí posado casi 24 horas. Una vez terminada la misión en la superficie de la Luna, el módulo de ascenso (la parte de los pies se quedó en la Luna) despegó de la Luna con Neil Armstrong y Buzz Aldrin dentro, y los llevó hasta el Columbia. Se acopló a la parte superior del módulo de mando y los dos astronautas pasaron del Eagle hacia el interior del módulo de mando, donde estaba Michael Collins esperándolos. El módulo Lunar se desacopló y el Columbia tomó rumbo a la Tierra ayudado por el impulso de la gravedad Lunar y por el módulo de servicio.

Parece ser que el módulo de ascenso del Eagle sigue orbitando la Luna desde 1969, después de todos estos años.

Los tres astronautas pasaron algo más de tres días dentro del pequeño módulo de mando desde que despegó el Apolo 11 hasta que dos de ellos entraron en el módulo Lunar para descender a la superficie de la Luna.

Y pasaron ahí dentro casi tres días al volver desde la órbita Lunar hasta que el módulo de mando amerizó en el Océano Pacífico.

A mayores se trajeron casi 22 Kg de piedras lunares.

Un pequeño trozo de madera del Flyer de los hermanos Wright acompañó a Armstrong a la superficie lunar.

Artículos Relacionados

Descubre

Las cataratas del Niágara

No es un destino turístico cualquiera: representan la unión entre el espectáculo natural más imponente y la cultura popular moderna. Con pasarelas, miradores, barcos, túneles y juegos de luces, esta fuerza de la naturaleza la han convertido en un parque de atracciones al aire libre.

Las cataratas más grandes del mundo

Desde saltos de agua kilométricos hasta cascadas submarinas invisibles al ojo humano, las cataratas más grandes del mundo impresionan por su magnitud y diversidad. Exploramos las más altas, anchas y caudalosas del planeta, verdaderos prodigios moldeados por la geología y el clima.

La casa y el balcón de Romeo y Julieta

Uno de los escenarios más románticos de Italia, donde historia, literatura, leyenda y cultura popular se entrelazan en torno al famoso balcón que simboliza el amor imposible de Romeo y Julieta, manteniendo viva una de las historias de amor más universales jamás contadas.

El Capitán, Yosemite

En lo profundo del valle de Yosemite, El Capitán se alza mítico como una muralla de granito pulido por el hielo y el tiempo. Con sus 914 metros de verticalidad perfecta, no solo domina el paisaje: desafía a quienes se atreven a medirse con su leyenda.

Parque Nacional Yosemite

Santuario natural de paredes de granito desafiando a escaladores míticos, cascadas colosales y bosques de secoyas gigantes. Un lugar de conservación, donde la belleza salvaje de la naturaleza satura todos nuestros sentidos.

El castillo de Belmonte

Levantado en el siglo XV por el poderoso marqués de Villena, es una de las fortalezas mejor conservadas de España. Su singular planta entre pentagonal y estrellada, inusual en la arquitectura medieval, lo convierte en una auténtica rareza y en una joya defensiva única en el corazón de La Mancha.

Categorias Populares

error: