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El Big Ben y la Elizabeth Tower

El Big Ben es mucho más que un simple reloj; es un símbolo icónico del Reino Unido y uno de los monumentos más reconocidos del mundo. Situado en la Elizabeth Tower, junto al Palacio de Westminster, su imponente estructura y su inconfundible sonido han marcado la historia de Londres desde su inauguración en 1859.

A lo largo de los años, este emblemático reloj ha sido testigo de acontecimientos históricos, ha superado desafíos técnicos y ha sido objeto de restauraciones para garantizar su conservación. En este artículo, exploraremos su historia, arquitectura, curiosidades y su impacto cultural, desvelando por qué el Big Ben sigue siendo una de las atracciones más visitadas y admiradas del mundo.

Historia del Big Ben, la torre Elizabeth

El Big Ben, ubicado en el Palacio de Westminster, es una de las estructuras más icónicas de Londres. Su construcción se remonta al siglo XIX, tras el incendio de 1834, que destruyó gran parte del antiguo parlamento británico. Como parte del proceso de reconstrucción, se encargó el diseño del nuevo edificio al arquitecto Charles Barry, quien incorporó una Torre del Reloj en su proyecto. El diseño detallado de la torre y su ornamentación fueron obra del arquitecto Augustus Pugin, quien dotó al conjunto de un estilo neogótico con elaboradas decoraciones. Finalmente, la torre se completó en 1859, convirtiéndose en un símbolo de la ingeniería y la arquitectura victoriana.

Originalmente conocida simplemente como la Torre del Reloj, en 2012 su nombre fue cambiado a Elizabeth Tower en honor al Jubileo de Diamante de Isabel II. A lo largo de su historia, ha sido testigo de innumerables eventos históricos y sigue siendo un emblema de la resistencia y estabilidad del Reino Unido. Su estructura ha resistido el paso del tiempo y los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, manteniéndose como una referencia fundamental en el skyline de Londres y como uno de los destinos turísticos más visitados en el mundo.

¿Dónde está el Big Ben?

El Big Ben se encuentra en Londres, Reino Unido, concretamente en la Elizabeth Tower, que forma parte del Palacio de Westminster. Esta icónica estructura está situada a orillas del río Támesis, en el corazón del centro político del país, donde también se encuentran edificios gubernamentales clave, como la sede del Parlamento Británico y la Abadía de Westminster. La zona es conocida como Westminster, uno de los distritos más históricos y turísticos de la capital británica.

Cuando se construyó la torre en 1859, Londres ya era una gran metrópoli, aunque la ciudad ha seguido expandiéndose significativamente desde entonces. En aquella época, Westminster ya era el centro del poder político y administrativo del país, por lo que el Big Ben siempre ha estado integrado dentro de la ciudad. Sin embargo, la urbanización y el crecimiento del transporte han convertido los alrededores en una zona aún más transitada y densamente poblada.

Retos técnicos en su construcción y conservación

El suelo de Londres, especialmente en la zona del Palacio de Westminster, está compuesto por capas de arcilla, lo que representó un desafío durante la construcción de la torre. Para garantizar su estabilidad, se construyó una base de hormigón de 3 metros de grosor, que ha evitado hundimientos significativos. Aun así, con el paso del tiempo, la torre ha experimentado una inclinación de unos pocos milímetros, debido a la compactación del suelo.

El clima británico también ha sido un factor determinante en la conservación del Big Ben. La humedad constante y las lluvias frecuentes han afectado el revestimiento de piedra caliza, lo que ha requerido restauraciones periódicas para prevenir el desgaste. Además, los cambios de temperatura pueden provocar dilataciones y contracciones en el metal del reloj y la estructura de la torre, lo que hace necesario un mantenimiento preciso para evitar desajustes en el mecanismo.

Otro reto importante ha sido la contaminación del aire, ya que la polución de la ciudad ha oscurecido la piedra de la torre a lo largo del tiempo. Por ello, en varias ocasiones se ha llevado a cabo una limpieza profunda del exterior, siendo la más reciente entre 2017 y 2021 como parte de un proceso de restauración integral.

A pesar de estos desafíos, el Big Ben sigue siendo un símbolo indiscutible de Londres y un monumento que, gracias a su mantenimiento continuo, ha perdurado durante más de un siglo y medio.

Arquitectura y diseño de la torre

La Elizabeth Tower, anteriormente conocida como la Torre del Reloj, se alza majestuosa con una altura de 96 metros sobre el Palacio de Westminster. Su estructura se basa en un diseño neogótico, con un armazón interior de ladrillo y una cubierta exterior de piedra caliza, material que le otorga su característico tono claro. La torre cuenta con una base cuadrada de 15 metros de ancho, y su imponente chapitel de hierro fundido le da un acabado distintivo. En su interior, una estrecha escalera de 334 peldaños permite acceder a la sala del reloj y a la cúspide, desde donde se puede apreciar una vista panorámica de Londres.

Uno de los elementos más llamativos de la torre es su decoración con motivos neogóticos, que incluyen tallas y detalles ornamentales inspirados en la arquitectura medieval. Entre estos, destacan los símbolos de las naciones del Reino Unido, esculpidos en la piedra para representar la unión de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. También se encuentra una inscripción en latín en la base del reloj, que recuerda la soberanía británica. En la parte superior, una luz especial, conocida como Ayrton Light, se enciende cuando el Parlamento está en sesión, cumpliendo una función simbólica desde su instalación en el siglo XIX. A pesar de su aparente solidez, la torre ha sufrido una leve inclinación, causada por movimientos del suelo y la expansión térmica de sus materiales.

El reloj y su mecanismo

El reloj de la Elizabeth Tower es una de las obras maestras de la relojería mundial. Su diseño fue encargado al ingeniero Edmund Beckett Denison, quien ideó un mecanismo de alta precisión con un sistema de escape de gravedad, que permite mantener la exactitud del tiempo sin importar las condiciones climáticas. La construcción del reloj fue llevada a cabo por el renombrado relojero Edward John Dent y completada tras su muerte por su hijastro Frederick Dent en 1854. Cada una de sus cuatro esferas de 7 metros de diámetro está compuesta por más de 300 piezas de vidrio opalino, formando una estructura similar a una vidriera gótica. Las manecillas de cobre, con una longitud de 2,7 metros para las horas y 4,3 metros para los minutos, permiten una clara visibilidad desde distintos puntos de Londres.

El corazón del reloj es su péndulo de 4 metros de largo, alojado en una cámara especial y regulado con una técnica singular: se colocan pequeñas monedas sobre el péndulo para realizar ajustes milimétricos en su precisión. A pesar de su diseño avanzado para la época, el mecanismo ha requerido intervenciones y mantenimientos regulares para conservar su exactitud. Las campanas de los cuartos repican melodías antes de cada hora, destacando la famosa Melodía de los Cuartos de Westminster, cuyo sonido ha sido replicado en numerosos relojes del mundo. Gracias a su sofisticado sistema y meticuloso mantenimiento, el reloj sigue siendo uno de los más confiables y emblemáticos de la historia.

La campana principal: Big Ben

El nombre Big Ben no hace referencia a la torre ni al reloj, sino a la gran campana que marca las horas dentro de la Elizabeth Tower. Oficialmente denominada Great Bell, esta campana de 13,5 toneladas fue fundida en 1858 por la fundición Whitechapel Bell Foundry, tras la fractura de una versión anterior realizada en Stockton-on-Tees. Su característico sonido se debe a una grieta histórica que apareció poco después de su instalación. En lugar de reemplazar la campana, los ingenieros optaron por girarla y modificar el martillo, permitiendo que siguiera funcionando sin comprometer su estructura.

El nombre «Big Ben» se atribuye a Sir Benjamin Hall, un ingeniero y político que supervisó la instalación de la campana. Desde su primera campanada en 1859, su tono profundo y resonante ha sido símbolo de estabilidad y tradición en el Reino Unido. Su sonido es reconocido en todo el mundo, especialmente durante las campanadas horarias transmitidas por la BBC. A lo largo de los años, el Big Ben ha participado en eventos históricos clave, como la celebración del fin de la Segunda Guerra Mundial y la coronación de monarcas británicos. Comparado con otras campanas famosas, como la Great Paul de la catedral de San Pablo, el Big Ben destaca no solo por su tamaño, sino por su importancia cultural y simbólica.

Restauraciones y mantenimiento

A lo largo de su historia, la Elizabeth Tower ha requerido diversas intervenciones para preservar su estructura y garantizar el correcto funcionamiento del Big Ben y su reloj. La restauración más reciente, llevada a cabo entre 2017 y 2021, implicó una renovación completa de la torre, incluyendo la limpieza de la piedra, la reparación del mecanismo del reloj y la restauración de las vidrieras. Durante este período, las campanas fueron silenciadas, excepto en ocasiones especiales como la Nochevieja y el Día del Recuerdo. También se modernizaron las instalaciones eléctricas y de seguridad, asegurando la conservación del monumento para las futuras generaciones.

Uno de los aspectos clave del mantenimiento es la revisión periódica del reloj, que está a cargo de un equipo especializado de relojeros. La limpieza de las esferas de cristal, la lubricación del mecanismo y la calibración del péndulo con monedas son algunas de las tareas esenciales para mantener su precisión. Además, como parte de la restauración, se instaló un ascensor para facilitar el acceso a los técnicos y reducir el desgaste causado por el uso continuo de las escaleras. Tras su reapertura en 2022, la torre volvió a brillar como un ícono de Londres, conservando su esplendor histórico mientras incorpora mejoras para su preservación a largo plazo.

Importancia cultural y simbolismo

El Big Ben es mucho más que una estructura arquitectónica; se ha convertido en un icono británico y un símbolo de Londres reconocido a nivel mundial. Su imponente presencia junto al Palacio de Westminster lo ha consolidado como una imagen representativa del Reino Unido, apareciendo en innumerables fotografías, postales y guías turísticas. Además, es el protagonista de muchas celebraciones de Año Nuevo, cuando sus campanadas marcan el inicio de un nuevo ciclo y son transmitidas en directo por cadenas como la BBC. También desempeña un papel central en el Día del Recuerdo, cuando su repique resuena en honor a los caídos en conflictos bélicos.

El impacto del Big Ben en la cultura popular es innegable. Ha aparecido en numerosas producciones cinematográficas y televisivas, desde películas clásicas hasta franquicias modernas como James Bond y Doctor Who. Su sonido inconfundible ha sido utilizado en diversas emisiones radiales y es una de las señas de identidad más reconocibles del país. Además, ha servido de escenario para eventos especiales, como proyecciones conmemorativas en su fachada. Su influencia ha trascendido fronteras, inspirando réplicas en diferentes partes del mundo, reafirmando su estatus como uno de los monumentos más emblemáticos del planeta.

Curiosidades y hechos interesantes

  1. En 1962, el mecanismo del reloj se ralentizó debido a temperaturas extremadamente frías. Esto provocó que la gran campana del Big Ben diera la bienvenida al Año Nuevo con un retraso de varios minutos, algo inusual en un reloj reconocido por su precisión.
  2. En 1976, una avería en el sistema de escape del reloj provocó su detención durante nueve meses. Fue una de las fallas más graves en la historia del Big Ben, requiriendo una compleja reparación para restaurar su funcionamiento sin comprometer su estructura original.
  3. Uno de los aspectos más fascinantes del Big Ben es la manera en que se ajusta su precisión. Para corregir pequeñas variaciones en su velocidad, los relojeros colocan o retiran monedas sobre el péndulo, un método que ha sido utilizado durante más de un siglo y que demuestra la delicadeza del mecanismo.
  4. Su sonido de campanadas es inconfundible y ha sido grabado y reproducido en distintas partes del mundo. La BBC transmite las campanadas del Big Ben en momentos clave, como la medianoche de Año Nuevo o el Día del Recuerdo, convirtiéndolo en un símbolo de solemnidad y tradición.
  5. Aunque muchas personas creen que el término «Big Ben» se refiere a toda la torre, en realidad, este nombre solo aplica a la campana principal. La torre fue originalmente conocida como la Torre del Reloj y en 2012 fue renombrada como Elizabeth Tower en honor al Jubileo de Diamante de Isabel II.
  6. Desde su inauguración en 1859, el Big Ben ha estado presente en innumerables eventos históricos. Sus campanadas marcaron el fin de la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como momentos importantes como la coronación de monarcas británicos y la celebración de hitos nacionales.
  7. En 2017, comenzó un ambicioso proyecto de restauración que implicó la limpieza de la piedra, la reparación del mecanismo y la modernización de sus instalaciones. Durante estos trabajos, el reloj fue silenciado por cuatro años, una decisión que generó controversia en el Reino Unido, ya que muchos consideraban que su sonido debía seguir resonando como parte del legado histórico.
  8. Durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, la Elizabeth Tower sufrió daños menores, pero el mecanismo del reloj siguió funcionando con precisión. A pesar de la destrucción parcial del Palacio de Westminster, el Big Ben permaneció intacto, reforzando su imagen como símbolo de resistencia británica.
  9. En 1949, una bandada de estorninos se posó sobre la aguja del minutero, provocando un pequeño retraso en la hora. Este curioso incidente demostró cómo incluso la naturaleza puede influir en el funcionamiento de una maquinaria tan sofisticada.
  10. El impacto del Big Ben ha trascendido fronteras, dando lugar a réplicas en diferentes partes del mundo. Se pueden encontrar versiones de la torre en lugares como Moscú (Rusia), Kolkata (India) y Orlando (EE. UU.), reflejando su importancia cultural y su reconocimiento a nivel global.

Little Ben Clock

En Londres, a poco más de 1km en línea recta, existe un monumento conocido como Little Ben, una versión más pequeña del Big Ben.

  • Little Ben es una réplica en miniatura de la torre del Big Ben y se encuentra en la intersección de Victoria Street y Vauxhall Bridge Road, cerca de la estación de Victoria.
  • Fue construido en 1892 y diseñado con una estructura similar a la Elizabeth Tower, aunque con proporciones más reducidas. Su diseño respeta el estilo neogótico del original, pero con algunos detalles simplificados.
  • La estructura fue retirada en 1964 debido a trabajos viales, pero fue restaurada y reinstalada en 1981, con la colaboración del gobierno francés como símbolo de la amistad entre Francia y el Reino Unido.
  • Una de las características más peculiares de Little Ben es su inscripción en francés e inglés, que hace un juego de palabras con el concepto del cambio horario: «My hands you may retard or may advance, my heart beats true for England and for France.» (Mis agujas puedes adelantar o retrasar, pero mi corazón late fielmente por Inglaterra y por Francia).
  • Aunque no es tan famoso como su «hermano mayor», Little Ben es un punto de referencia popular en el centro de Londres, especialmente para turistas y residentes que pasan por la zona de Victoria Station.
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